La infancia puede ser una de nuestras mejores etapas en la vida o podría ser una de las etapas mas perjudiciales para la vida.
Las vivencias en la infancia se ven reflejadas en nuestra forma de actuar, nuestros miedos, inseguridades, autoestima, violencia, etc.
El vivir en una familia disfuncional o vivir con una persona adicta se convierten en traumas o en heridas emocionales, que al no ser tratados en tiempo, crecemos con ellos y se vuelven parte de nuestra personalidad. Incluso estos traumas se pueden convertir en una adicción, generando un ciclo vicioso con futuras generaciones. Recordando que la adicción no solo afecta a la persona que lo consume, sino a quienes lo rodean.
Las secuelas de los traumas se convierten en un ciclo que afecta en todos los ambitos de la vida, desde amistades, familia, trabajo e incluso en pareja, dónde los futuros herederos de los traumas son los hijos.
Aún estás a tiempo de romper el ciclo, llámanos. 777 331 1479 | 777 331 1491
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